El ejercicio gubernamental reciente deviene en citar que mis datos son mejores y no tan malos como lo que la realidad presenta.

Sin embargo, pareciera que cada vez es más complejo engañar a los ciudadanos.

Relovings Doors

En este contexto, hay formas de corrupción y cinismo plenamente legales, pero moralmente debatibles.

Así, esto se despliegan a través de practicas que permiten que gobiernen gestionen, controlen o se adjudiquen en licitaciones (muchas veces desiertas) servicios públicos a personas o empresas que no se presentan en una elección o que no tienen participación en los congresos o cabildos locales.

Estamos frente al capitalismo de cuates, esas redes clientelares que se despliegan entre particulares y responsables políticos, creadas a partir de vínculos familiares o de amistad, en reuniones muy discretas, que sirven para llevar a cabo acciones políticas que sólo dan beneficio particular.

En el mundo anglosajón, una de estas prácticas es conocida como “revolving doors” (puertas giratorias). Un fenómeno que se genera por medio de una circulación, sin ningún tipo de obstáculo, desde cargos altos o medios entre los sectores público y privado, o viceversa.

Dicho movimiento no sólo es perceptible a nivel nacional y supranacional, sino que también a nivel local, constituyendo un ejemplo de cómo es muy difusa la línea que separa el poder en los distintos sectores.

Revolving Doors

Es muy común que las “revolving doors” sean utilizadas por propietarios, socios o altos cargos de grandes empresas para ocupar puestos relevantes en instituciones y organismos públicos, el compañero Alfonso Romo fue un claro ejemplo. Ahora bien, su objetivo es claro, y no es otro que acceder a estos puestos para crear políticas en las áreas de sus intereses empresariales.

Y del mismo modo, altos funcionarios políticos de las instituciones públicas, en numerosas ocasiones, pasan a desempeñar puestos de importancia en las grandes corporaciones o en empresas de su propiedad, aprovechándose de los conocimientos, contactos e influencias adquiridas en el ámbito de la administración pública. El caso del ex presidente Ernesto Zedillo es el más notorio recientemente.

Ernesto Zedillo

La práctica de las “revolving doors” busca legitimidad a partir del supuesto beneficio empresarial de tener un magnífico gestor en un puesto público, en teoria, pues si se aburre se regresa sin ningun aspaviento.

Sin embargo, la realidad es que las “revolving doors” provocan un evidente conflicto de intereses cuando un ex funcionario público ejerce su influencia sobre sus antiguos compañeros del organismo público o de su partido, para diseñar políticas que favorezcan a su nuevo empleador, o cuando utiliza los conocimientos adquiridos en su anterior cargo público en su beneficio privado.

En el caso de España, las “revolving doors” ha sido una práctica abiertamente denunciada por partidos de izquierda y progresistas. Algunos ejemplos son los expresidentes José María Aznar y Felipe González, quienes privatizaron empresas públicas del sector energético (Endesa y Gas Natural), y posteriormente obtuvieron trabajos de asesor y consejero, respectivamente, de estas compañías.

José María Aznar

Revolving Doors en México

En México, las “revolving doors” son una práctica cada vez más común que transforma la frontera entre los sectores público y privado en una línea muy delgada, pues hay una excesiva circulación de las élites entre varios ámbitos. Aunque la práctica de transitar desde la administración pública (incluyendo la Cámara de Diputados) era ya una tendencia desde la administración de Salinas 1988-1994.

A partir del sexenio de Zedillo 1994-2000, la circulación entre espacios públicos y privados, nacionales e internacionales, se volvió una práctica cada vez más frecuente. En la mayoría de los casos, los funcionarios se movían del sector público al privado.

Entre la lista de algunos de los casos más polémicos se encuentran Francisco Gil Díaz quien fungió como Subsecretario de Hacienda entre 1988 y 1994, y como vicegobernador del Banco de México entre 1994 y 1997., de ahí pasó a la jefatura ejecutiva de la compañía de telefonía mexicana Avantel, hasta 2000, cuando Vicente Fox lo nombró Secretario de Hacienda. Al termino fue invitado al consejo de administración del banco internacional HSBC, al cual renunció para incorporarse a la compañía española Telefónica.

Ernesto Zedillo, recientemente citado por el presidente que, durante su mandato concluyó la venta de Ferrocarriles Nacionales de México (Ferronales) a la empresa norteamericana Union Pacific y en cuyo consejo de administración apareció posteriormente a principios de 2001.

Desde entonces, el ex Presidente se ha incorporado a los consejos de administración de las empresas Citigroup, Citibank, Alcoa, Procter & Gamble Company, Grupo Prisa y Electronic Data Systems Corporation. Guillermo Ortiz fue Secretario de Hacienda de 1996 al 2000 y de 2000 a 2010, gobernador del Banco de México.

En febrero de 2011, fue nombrado oficialmente presidente del Grupo Financiero Banorte. Georgina Kessel quien fue Secretaria de Energía entre 2006 y 2011, periodo en el cual también fue parte de los consejos de administración de PEMEX y de CFE, que en ese periodo adjudicó a la compañía española Iberdrola contratos por mil millones de euros. En abril de 2013, Kessel fue presentada como consejera externa de Iberdrola. Luis Téllez Kuenzler, Secretario de Energía de 1997 al 2000, después se convirtió en vicepresidente del corporativo industrial mexicano Desc S.A y, en 2003, en directivo de la firma norteamericana de inversiones Carlyle Group. En 2006, fue Secretario de Comunicaciones y Transportes hasta 2009 y, en 2010, apareció como directivo de Sempra Energy.

Luis Téllez Kuenzler

El movimiento entre esferas públicas y privadas trastoca la relación tradicional entre la ciudadanía que paga los impuestos y los funcionarios públicos. De esta forma, se percibe que las decisiones que toman los funcionarios públicos no se hacen en términos de los intereses que deben servir a la población, sino que, más bien, ellos van pensando en futuras recompensas entro de redes de poder nacionales e internacionales.

Sin embargo, una nueva práctica entra a la escena, pues si bien es un mecanismo legal, no pareciera más que una extensión de beneficios y nos referemos a que, cuando alguien termina su función pública lo normal es que regrese a ejercer su profesión o si tiene un negocio atenderlo con diligencia.

Pero no, son nombrados para representarnos en el exterior, como si se les debirera algun tipo de premio o bien se estuviera pagando un favor político.

Así, su lealtad se pueden encontrar en los clientes y futuros empleadores privados o públicos. Por lo que, una vez que los exfuncionarios públicos ocupansus nuevas posiciones, ellos utilizan la información y experiencia obtenida a lo largo de su trayectoria para conseguir beneficios. Esta nueva práctica social de carácter rentista explica en gran medida el nulo impacto que han tenido las reformas estructurales.

Ley Federal de Responsabilidades Administrativas

Dentro de la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos, a estas prácticas se le llama “intereses en conflicto” y, para evitarlos se indica a los funcionarios que se abstengan de trabajar para intereses privados vinculados a su trabajo como gobernantes hasta 1 año después de haber concluido sus funciones. Sin embargo, abundan los casos de políticos con intereses en conflicto. Y en los casos de servir en el exterior, es en golpe duro a aquellos que se preparan para ello.

Al respecto, Carlos Alba Vega, investigador del Colmex señala que, la experiencia de los ex servidores públicos, su conocimiento sobre la administración, sus contactos y sus posibilidades de conseguir diferentes beneficios, los convirtieron en consultores o consejeros codiciables.

Así las cosas, las “revolving doors” no deja de girar a pesar de ser un asunto inmoral para algunos, pero perfectamente legítimo para otros. Las “revolving doors” plantean importantes problemas para la democracia, pues estos escenarios generan una gran desigualdad. Y el problema de la desigualdad, no sólo radica en que se ofenda la moral de cualquier ciudadano decente, que se ha dado cuenta que, mientras gran parte de la gente vive con lo justo.

Otra porción, una parte muy menor, no para de enriquecerse. Y es que está comprobado que los municipios menos desiguales son los que logran mayor eficiencia.

Podríamos decir que, básicamente es un mecanismo de perversión de la política que permite la alternancia sin ninguna limitación de los dirigentes públicos en ámbitos privados, y viceversa. Y esto, tiene mucho que ver con la corrupción, y en el fondo, es una pieza de la ideología neoliberal, en el sentido de poder legislar siempre en beneficio particular, y en detrimento del sector público.

Por tanto, se trata de un mecanismo que pervierte al servicio público ya que permite que de forma legal y encubierta se practique un saqueo a la administración pública.

Edgar Manuel Castillo Flores

Doctor en Sociología y Antropología por la Universidad Complutense de Madrid; Miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel I; Servidor público de la SEPH y profesor de El Colegio del Estado de Hidalgo. Activista del perreo y el corrido B, a veces pone música, estoico seguidor del Atlético de Madrid y fifas de llano.

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